Miguel Maffiotte y La Roche nació en Santa Cruz de Tenerife en 1847, en el seno de una familia de la pequeña burguesía local, donde fue criado en un ambiente de permanente curiosidad intelectual.
Su padre, Pedro Maffiotte Arocha, fue uno de los fundadores de la Academia de Bellas Artes y un febril aficionado a la arqueología, mientras que su hermano Juan colaboró en la Revista de Canarias y en el Diario de Tenerife.
Miguel Maffiotte fue, desde niño, un lector empedernido y un aficionado a las ciencias naturales.
Trabajó como oficial de la Diputación Provincial de Canarias, peor la mayor parte de su tiempo la consagró al estudio, la escritura y a sus colecciones de historia natural. Su pluma, generosa e infatigable, se paseó por publicaciones como Revista de Canarias, Las Noticias, El Auxiliar, El Criterio, Diario de La Laguna y Diario de Tenerife.
Fue un intelectual positivista bien dotado para la divulgación científica y si bien nunca declaró explícitamente su agnosticismo, lo dejó bien claro en una prosa limpia, precisa y decargada de la polvorienta retórica de su época.
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